miércoles, 18 de diciembre de 2019


LA BARCOCAMA DE LA CADARMA

En asturiano “esnalar” lo mismo vale para volar que para nadar. En castellano podemos “navegar” tanto por el agua como por el aire. Alfredo Bryce Echenique navegaba en su sillón Voltaire sobrevolando el mundo de su memoria; la Cadarma navega todas las noches en su barcocama por el océano profuso de sus sueños, donde le extirpan el tabique nasal soñando en la anestesia del sueño y por accidente le han perforado un ojo que por milagro no ha perdido, le dicen salida del sueño anestésico del sueño. A las tres de la mañana, sin novedad en el ojo, sale para entrar y vuelve a hacerlo a las siete encadenando triángulos de las Bermudas hasta lo de siempre a las once y media, tan tarde porque hoy es miércoles y nadie la espera en el Santo Oficio.

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