LA TERCERA

Quienes me la presentaron me habían advertido que la tercera me iba a quedar un poco anglosajona. Joder...! Es desde entonces que capaz yo sería de estudiar miwok con tal de librar inglés. Tiene lo anglosajón de la tercera que circula por el carril izquierdo así sea en la City como en la subida a Valle del Lago y convénzala usted pasado el trastorno hormonal de que los que por ahí bajan se van a pasar el carril anglosajón por el forro de Somiedo. Somedano me quedé después de nueve años -no me pregunten por qué duró tanto la cosa- para que la tercera pudiera seguir circulando choque tras choque frontales -al resultado me remito- por los carriles izquierdos de esta DGT nuestra de derecha circulatoria.

BULLE DE EXISTENCIA HUMANA

Dos peatones autistas del WhatsApp han chocado frontalmente y yo no puedo parar de sonreír camino restante del bar del vino. Este presente es una locura. A la salida de mi nuevo horario santoficial Gijón bulle de existencia humana. Finalizada la lectura de dos novelas ligerillas de Mara Torres, esas que se leen tumbado en hacinamiento de mocos y salitre o en una terraza chill out mientras la parienta toma doscientos metros más allá el sol, en el bar del vino empiezo una cuya interpretación de la existencia humana y de España, aunque solo sea por extensión, deja a la mía como una impostura de Walt Disney. El arranque promete muchos vinos.

MENOS MAL QUE DE TODO ALGO QUEDA

‌Con la segunda, segunda letra del alfabeto, fue mucha bicicleta y todo Julio Cortázar, que escribiendo "todo" se quiere decir "todo", hasta libros como "Nicaragua tan violentamente dulce" e "Imagen de John Keats" y los que recopilan sus cartas, los cuales por sí solos bastan para convencer al más apasionado lector de las ganas que con la segunda uno le echó al señor Cortázar, que ya son ganas. Al margen de ella con la segunda a la vida se le descubrieron tantos recodos cruzados que tornó la muy joputa -a la vida nos referimos- en laberinto sin salida aparente para el ratón mental del que recuerda, que colapsó. Entretanto, Deo gratias, había la vida deparado la red del Santo Oficio, por el que usted, aunque esté jodido de cojones porque no entiende la vida y la vida no lo entiende, más perdido usted que Dios en el universo que algunos dicen que ha creado, al menos recibe con puntualidad estatal la nómina en efectivo a fin de mes. La segunda, que una tarde de 1987 vio a un chaval extraño y se enamoró de él y que con él terminaría yéndose a cohabitar en el desastre general y particularmente prefijado por la historiografía, pero había que pasar por la experiencia, que no todo van a ser los libros, coño. Menos mal que de todo eso quedó que ahora uno y una se tratan bastante bien, mejor de lo que muchos para sí quisieran.

QUÉ FUE DE LOS SENDEROS COMO EXTENSIÓN DE LA PALABRA

La primera padeció, Ada or Ardor, lo que uno quiso y no podía ser, en expresión que aspiró a ser de orfebre para cada palabra, dispuesta al milímetro -antología rota de León Felipe en el lago del Valle, cuerpo a cuerpo de Luis Eduardo Aute, fular de gasa y gafas de entonces hoy de nuevo de moda, prepodemita de otra gilipollez-. Eso le tocó a la primera, de la mano del aire de Amancio Prada en el bosque descubierto doble luna plena abajo en ese tiempo tan intenso y doliente de la juventud, de química de alta energía. No volví a ver así la Vía Láctea. No volví a sentir los senderos como extensión de la palabra en el lugar exacto. Todo iría apagándose en un eclipse de luna de noche y de día en un amortecer de mierda del brillo del color de aquel tiempo tan intenso y doliente de la química todavía inicial.

POR LO INFINITESIMAL SIN DUDA AL INFINITO

España es como si hubiera encogido hasta caber entera en un corral de comedias. Pero no es de esta reducción que vamos a escribir, con la ayuda del tinto, esta noche, sino de la que en el divisor lleva al infinito.

-Cómo? Ya empezamos?
-Me la suda. Siga usted leyendo al Cabronazi y al Hijo de Putin. Haga lo que le salga de los cojones.

Hay un profesor viral de matemáticas que vía YouTube cuenta por qué cualquier número dividido entre cero da infinito. Quien haya visto el vídeo que me lo resuma. Una profesora menos viral de matemáticas con la que yací en lemniscata nueve años -no fueron ocho, ay- era más amiga de la indeterminación: se quedaba más tranquila con el mensaje de error de la calculadora. Imposible finalmente para ella -pobre-, yo, que me iría de copas con el puto Cantor hasta caer como el ocho del infinito, acérrimo me aferro, por joder, a este, y por la sencilla razón de lo diminuto -que mola- y la lentitud divisible de la tortuga de Zenón, porque ni andando ni en moto tengo prisa alguna por alcanzar en el espacio-tiempo kilómetro y hora de incinerarme. Así que con tanta tortuga a diez elevado a menos gugolplex en el denominador, que será este longitud o tiempo más allá de Planck, cae de cajón que en el límite del cero -vale, prof.: en el límite del divisor que tiende a cero- el cociente será la borrachera infinita con Cantor a la que sin duda alguna me apunto.

‌DÉJÀ VU DE LAS AZORES
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‌Oye, que ya que estoy aquí me acerco a ver a Ximo u oye, que ya de paso que vine veo a The Killers. Este país es una tras otra. Los tristes lloran, los cachondos se descojonan y el futuro presidente del Gobierno nos prepara, él casado, ella de blanco, una España de marcha atrás, que es la marcha con la que se va de culo y que la DGT limita a un máximo de quince metros sin invasión de cruce de vías. Al cigomático y abdominado figurín de las Azores nos da que le van a dar igual invasión y límite. El PP ha caído en la cuenta de que el centro está lleno de ruido y que con la primera y media de tractor de Rajoy se estaba ucedizando con las orejas de soplillo a la intemperie del soplo de la fuerza nueva del señor Rivera, que ahora sí que está jodido con un Pablo Casado Blanco más guapo y más joven que él.

DON ADOLFO

No fueron solo los sintagmas, tu extensísima biblioteca a disposición de mis estudios y académicas lecturas; fueron también el choque frontal de las notas musicales, la mejor tortilla de patatas jamás por mí catada y el excelente tinto en sobremesas de lo humano y lo divino. Va por ti el Pinna Fidelis de esta noche, tío. Qué joder. No sé si entenderías de quesos, como quisieron ponerme en duda ayer en el maldito tanatorio, pero nos ponías cojonudos manchegos de oveja a mí y a mis novias sucesivas. Te debo saber en qué clase social me hallo, conocimiento no al alcance de cualquiera. Quizás tenías mala leche -eso afirman algunos-, quizás más mala leche que yo, mas no te quepa duda de que a mí no me cabe duda de que yo te he goleado y seguiré goleando, ya sin oposición por los trienios de vida espero que me queden por delante, en hijoputez porque tú para eso eras un puto santo bendito, que por eso te quise, cabrón. Por eso te quise y por eso me dejé querer y transformar, porque fuiste lo mejor de esta familia trastornada y aún hoy me siento orgulloso cuando me dicen ese gesto tuyo es de Fito.

LO QUE PASA

Por el poco haber dormido entre jornada y jornada de vivos ante el muerto ahora mismo está uno como si hubiera pasado por encima de él un mercancías. Ha sobrado, sobra ante el muerto la mayoría de los vivos presentes. La minoría supongo que, si a este que esto escribe le está pasando, pasando estará, ya a solas, por un ciclo de pensamientos obsesivos -muerto aquí, muerto allá, muerto ahora, muerto entonces- que pretenderán ocupar, piensa uno, el vacío que el muerto, muerto, ha dejado. No quisiera estar en el lugar de los hijos: si servidor a solas por la noche pasa de la vela del muerto a un sueño de tanatorio, por qué no estarán pasando mis tres primos.

HASTA SIEMPRE, TÍO

La lengua castellana y su literatura desde aquellos oios tan fuerte mientre lorando hasta el libro que acabé de leer ayer hoy me han dejado huérfano; lo que de escribidor perdura en mí se ha colado por el sumidero de la nada dejándome un vacío que está por ver si seremos capaces de poblar con palabras de aquí a lo que vaya restando. Acaban de irse a la mierda de la muerte los treinta y nueve años que han configurado mis cincuenta y cuatro; acaba de irse para el adverbio siempre mi Pepito Grillo de la palabra.

VERDES, NEGROS, AZULES Y ROJOS EN EL SANTO OFICIO. LOS VERDES

En el Santo Oficio están los verdes, que son muchedumbre que centralizada oficia en males mayores, por lo que si cae usted en manos de ellos póngase a rezar lo que usted sepa porque sepa usted que ha ingresado con Tim Robbins en la existencia de la camilla loca de la escalera de Jacob. Planta a planta, beso de Judas a verso de Dante, las almas son almas monitorizadas y asistidas por verdes que van del verde honrado y comprometido con la vida al verde fugado, del verde simplemente profesional al verde más ajeno e hijo de la gran puta de su madre que haya pisado tierra. Los verdes son muchedumbre, elite numerosa del Santo Oficio. En mi muro de Facebook hay una verde honrada. Yo no quise ser verde. Qué será de la verde que lo fue porque yo no quise ser verde.

EDÉN

Escribíamos hace un tiempo que habría que meter en la cárcel a los de la Manada por gilipollas. Escribimos ahora que por lo mismo habría que meter en la cárcel a los de la izquierda jajá lingüístico-feminista. Claro que si, en este país, empezamos a enchironar a los mentecatos nos quedamos sin producto interior bruto. Anda jaleo y que sigan todos donde están. La familia del general Ísimo amenaza con demandar al Ejecutivo por profanación de tumba y el prior del engendro se enroca en que salvo el Papa de Roma allí no entra ni Dios con intenciones exhumadoras. España es única, no me jodan. Esta España nuestra de los contrastes y los garrotazos de Goya, del garrote vil del verdugo de Berlanga y los bares llenos en tiempos de crisis. Quién coño, sino algunos tristes serios, quiere irse de aquí, del sempiterno cachondeo que nos ocupa. Si no fuera porque de vez en cuando a este circo de payasos se le va la mano, este país, esta España nuestra, sería propiamente el puto paraíso excepto para algunos bien documentados.

MATERIA DE ESTADO O EL ADOCENAMIENTO DE LA HOZ Y LA ROSA: EL MUNDO DE JUAN SALVADOR GAVIOTA

En filogénesis quizás el psicópata, necesario para el ordenamiento de los elementos pusilánimes de la especie, que somos la mayoría absoluta. Ergo en ontogénesis el motero putero fratricida es normal que se vaya de "rositas", no me sean ustedes pardillos.

SIN PRISA, SIN PAUSA

Somos memoria, una maldita unidad de proceso de aquella, una blanda CPU de carbono en un universo inexplicado porque juntos Einstein y los cuantos se pueblan de matemáticos infinitos.

GENÉTICA CONVERGENTE

Desde que don Semicrític oficia a turnos en el SO el gimnasio viene siendo un cachondeo. El mundo de los hierros ha sobrevenido en la imitación de una imitación, en una cosa más o menos 3D de existencia virtual. Así no hay manera. La entropía desordena y amalgama. Lo que estaba separado y clasificado converge y del os parecéis en el blanco de los ojos, parece mentira que seáis hermanos, ya os habéis tocado en morfología, gestos y gustos, en hierros y SO. En el límite del infinito o seguramente mucho antes tú serás don Semicrític y don Semicrític será tú, polvo la calavera, genética seca tan similar que será la misma, seréis lo mismo, un eslabón de arena en la cadena de arena sin sentido, o con el sentido que de niño te empujaba a levantar muros de arena para frenar la expansión de la nada del Cantábrico.

DAISY

Las circunstancias de cada uno, qué les voy a contar. Las de ustedes y las de quien desliza aquí ahora el bolígrafo desechable por el papel desechable, instrumentos de presente continuo con final uno a corto plazo, el otro inmediato; total lo esencial a la nube. Habrá quienes sigan, en un mundo que se va, mentalmente agarrándose con desesperación, rodeados de estos, a los objetos abigarrados, que son los sumandos y la suma de las circunstancias de cada cual, qué les voy a contar, no hace falta haber leído a Ortega. Qué mierda de acumulación, qué nido de polvo en todo caso, manantial de diarrea mental que no le va a servir a usted de nada en el mundo extremo de la nube, ese que cualquier día le va a hacer a usted, cerebro exquisito, un David Bowman por el que terminará balbuciendo Daisy, Daisy minutos antes de morir.

CONSECUENCIAS DEL "PUNTO DE INFLEXIÓN" (DÚO O TRÍO SINTÁCTICO O SINTAGMÁTICO DE DOÑA CARMEN, OFICIAL DEL SANTO OFICIO)

Mantener en la realidad restante, que es la de los otros, una quimera, mantener se puede mantener por obra del secuestro de gran porción de uno mismo, dieciséis quesitos de una caja de veinticuatro. En consecuencia damos con una caja de quesitos neurótica, doliente, revenida mostrándose queso de oveja curado gran reserva. Caso meridiano de victoria pírrica. Resumiendo en plata, hay gente que se cree sus propias mentiras y por creérselas las vende muy bien al mundo circundante; pero consume pila. Los delirios quijotescos están muy bien en las historias que usted se cuenta para mejor dormir, con la palma de la mano bajo la almohada, planchando oreja y las piernas plegadas. Estuvieron bien (los afirman necesarios para la forja de la personalidad etcétera) cuando usted fue tú hace mil quinientos años: jugabas usted (sic) y duraban lo que dura una película, la pasión forofa y efímera de un partido de fútbol.

NATALIA IBA DENTRO

En 1979 uno salió uno de Gijón y a los siete o quince días regresó otro, tan otro que no lo reconoció ni la madre que lo había parido, que telefoneó a un psicólogo. El psicólogo, finalmente, no la tuvo, pero yo, que sí tuve ocasión, les escribo a ustedes que bastó meter en el vaso de la batidora el cacao en polvo de una ciudad extraña (del sur, para los más curiosos y para más extraña), el lácteo ingrediente de la edad a tiempo y el muesli energético del hombre influyente. Bastó para que uno, quien haya sido, batido pisara Gijón del NODO al PCE, de Los Cinco a Alberti y de Boney M a Paco Ibáñez. Después de eso (Natalia iba dentro), la vida, se lo aseguro a ustedes, ha ido siendo repetición y petición de tiempos muertos.

LA MALDITA MATEMÁTICA DE LO RESTANTE

Quizás es a partir de los cincuenta cuando se empieza a encarar la vida con la urgencia o el abatimiento que proceden del cambio de la suma por la resta, cuando estrellas inversas empiezan a poblar el cosmos inverso de su piel si usted es caucásico, aparte otros males menos visibles, como agujeros negros. En todo caso se han ido dejando atrás las tonterías, las demostraciones, la venta de uno mismo y, entre política correcta para jóvenes, nuevas tecnologías y narcóticos para el público en general, si usted conserva fuerzas se abre paso con la alternativa de la urgencia, al menos hasta que la hija de la gran puta de la vida lo abata a usted con muerte o ganas de esta. Las décadas por delante se han convertido en años, los años (por si acaso -lo ha visto ya usted en otros-) en meses, los meses en semanas y las semanas en minutos.

NO APTO PARA PADRES

Cien mil millones es número que abreviado en potencia (10^11) es poca cosa si lo comparamos con un gúgol (10^100) o un gugolplex (10^10^100), que son una casi nada del infinito ideado por cien mil millones de neuronas en el equipo del cerebro humano. Innumerables sinapsis vegetativas y de cultivo que pueden irse nadie sabe por qué al puto carajo por el sumidero del Alzheimer rodeado usted de cinco mil volúmenes. Aterrador. Como un ataque físico combinado de antimateria y agujeros negros supermasivos a los cien mil millones de estrellas de nuestra galaxia: el absurdo de la materia elevado al absurdo, la incomprensión de la realidad elevada al gúgol de la incomprensión de la absurda realidad de la materia. No hay nada peor para un padre que la muerte de su hijo: no te jode, cabrón. Se tienen hijos con la fe ciega de que yéndonos por delante ahí te quedas y que ojos que no ven corazón que no siente, putos egoístas biológicos.

QUÉ CARAJO

Al cobarde cobijado en la neurosis da lo mismo que la vida se le bifurque de piernas que ante la fuente del flujo de la existencia finalmente se va a quedar bloqueado con la mirada puesta en el universo que es.

ESPAÑA 1-1 RUSIA Y ADIÓS

Hoy tengo un día más que justificado para cagarme en crudo en la puta vida, y no porque haya palmado España, que no soy tan friqui. España palmó bien palmado por la diferencia que corre entre la selección de mierda que es la rusa y el fútbol de mierda que desplegó hoy España, a saber: uno en la segunda parte ya sabía (hay testigos) cómo iba a terminar tal patético espectáculo, consciente por partido e historia (cincuenta y cuatro veranos de nublo en los ya canosos cojones y cuarenta de mundiales desde el Tango, cuarenta y cuatro si contamos el que no jugó España) de qué iba una y de qué no iba ni podía ir la otra. Todo el mundo menos el imbécil de Camacho sabía que Rusia iba a eliminar a España en los penaltis y que estos eran por tanto la única posibilidad de supervivencia de la anfitriona. No me hablen de antifútbol ruso ni de los cuatro millones de soporíferos pases horizontales españoles, que no cuela. Que la diferencia entre saber a qué se juega y contra quién juega usted es la que marca vivir como un porrero ocasional o palmar con la aguja en la esclerótica vena. Lamentable, ridículo tiquitaca improductivo, impotente, senil.

FRANCIA 4-3 ARGENTINA. URUGUAY 2-1 PORTUGAL

Argentina y Portugal poseyeron y atacaron y Francia y Uruguay defendieron y noquearon con un fútbol expresionista de pincelada veloz azul. Ni Messis ni Ronaldos, triunfaron los equipos. Fuera Portugal y Argentina, ahora soy uruguayo poniéndome en lo peor en lo de mañana. Una Uruguay vencedora pero pírrica, maltrecha, porque tumbar a Portugal le ha costado lo suyo. Vemos en cuartos en mejores condiciones a los del Goncourt. E iremos con Benedetti, con los de la orilla de enfrente desde Borges del río de la Plata. Y mañana, contra Putin, la mercadotecnia, el hijo de Chéryshev, el árbitro y la defensa española empezando por De Gea, España se la juega por el lado teóricamente fácil.

MESSIS Y RONALDOS

Los soldados de hierro para detener a la tropas de Putin en su propio territorio, que dice un periodista de la SER. Me meo. Pero eso será mañana. Hoy, en el verano ruso, se habla castellano de Argentina y Uruguay, gabacho de Descartes y portugués de Ronaldo, ese hombre que va de semidiós con el beneplácito del mundo. Voy con los de Cortázar y, sintiéndolo por Benedetti, con los de Camoens, amor é um fogo que arde sem se ver. Diciendo "voy" digo que esta tarde no salgo de casa: descanso de obras completas (vamos acabándolas), vino tinto y Francia-Argentina para empezar. Me encantan los mundiales de fútbol, qué cojones. La mercadotecnia pide victorias de Messi y Ronaldo para la superproducción estelar que veríamos en cuartos, un Barsa-Madrid disfrazados de selección. Yo es que si no soy español soy portugués.

EL MONO GILIPOLLAS

Cuando uno está absolutamente convencido de que la vida humana es tan inútil como la de la mosca de los estigmas del maíz, tan absurdos los afanes diarios de supervivencia del mono gilipollas como los del camarón pistola, tiene dos salidas: negarse mono gilipollas sin salida y apoyar el cañón en la papada o aceptarse mono gilipollas sin remedio y crearse un dios paternal. Muy jodidos tienen que andar por esos mundos del dios paternal para monos gilipollas cuando queriendo salvarla muchos se juegan la vida a la ruleta rusa del mar, algunos con sus monitos recién nacidos de padres monos gilipollas, tan absurdos y automáticos como la mosca de los estigmas del maíz, como el camarón pistola.

EN OCTAVOS (II)

Aliteración de Suiza contra Suecia. El país del sindiós del sol de medianoche y el bidón de gasolina frente al país del segundero y las partículas elementales. Fútbol no sé.

Más calor y quizás fútbol se supone al país del norte que no es del norte porque está al sur de Donald Trump y al del cachondeo amarillo solar de anchas caderas, que eran las que le gustaban al arcipreste de Hita.

A rascarla por ahí la Merkelandia de los kartoffeln.

ARGENTINA

Si Portugal me es caro por apellido y vida, Argentina lo es por la literatura que fue en la atormentada juventud de servidor. Ayer, en el SO ante el LG, sentí (no me lo esperaba) la tensión albiceleste: la resistencia de la selección a la muerte, el dolor del aficionado argentino y la alegría desmesurados (muy propios del coño sur), el virtuosismo renacido de Messi, la majadería de Maradona.

EN OCTAVOS

España contra Putinlandia y los elementos. El peligroso gallo de canto lacónico contra la melancolía del mate. La melancolía del mate otra, la que late al lado opuesto del río de la Plata de Borges, contra la melancolía del gallo que canta fados. Croacia versus Dinamarca.

ESPAÑA 2-2 MARRUECOS

A medida que iba pasando el España-Marruecos más nos iba dando lo mismo Uruguay que Rusia más árbitro con el recuerdo del matinal España-Corea que el que España se fuese ya a la puta rúe. La defensa en general y De Gea en particular son como el policía que asiste a un tiroteo sin chaleco antibalas. De Gea y su muñeco de cera, si lo tuviere, funcionalmente pertenecen a la categoría del bolardo. Campeones finalmente de grupo gracias a sendos vares al final, España nos da la sensación de que ante cualquier selección medianamente seria o mismamente ante la Rusia casera que por mercadotecnia ni de coña en octavos a la puta rúe salvo que la masacre usted, España, decíamos, nos da la sensación de que se va a ir a la merdé.

AL DESCANSO ALEMANIA FUERA

Brasil tuvo que esperar al tiempo de descuento para derrotar a esa superpotencia del fútbol en cuya premier juegan equipos como la Asociación Deportiva Carmelita y el Limón Fútbol Club.

Alemania, vigente campeona y a Brasil ni se la nombren, al descanso va camino de su segundo desfallecimiento, ahora ante una selección a la que se le supone un fútbol tan excitante como el cine de Ingman Bergman. No me digan que este deporte no es único.

LOS CINCO MAGNÍFICOS

En pocos países se vive el fútbol como se vive en Argentina y solo hay que ver la cara de boludos que se les quedó a los aficionados in ruso situ albicelestes.

El canto lacónico del gallo ha sido suficiente.

Los kartoffeln están por ver tras la ensalada de chile jalapeño.

La samba no pasó del empate a goles mínimos ante el segundero de Planck.

España ya ven cómo va: sí pero no, no pero quizás sí.

Estos eran los cinco magníficos antes del pitido inicial del partido inicial.

Ojo a Francia y a alguno que anda por ahí.

IRÁN 0-1 ESPAÑA (I)

España no ha sido España. Escribimos de la segunda parte, que es la que hemos visto, pero como dicen que la primera fue aún peor, de menos España aún, valga el texto para las dos.

Metido el gol por la rodilla accidental del señor Costa, perro del área mordedor, lo suyo era que España la tocara y la tocase hasta la resurrección del sah de Persia, pero no fue así y es más: los que estábamos en el bar aliviamos con la segunda copa local el efecto del susto del gol que a los iraníes les quitó el var.

PUTA LIFE IN PROGRESS

En 1974 Teodoro, que para mí entonces tenía mil años, me apostó un duro a que ganaba el mundial Alemania. Yo, por color preferente, Johan Cruyff, fútbol total y diez años de vida recorrida, acepté la apuesta a favor de Holanda. Perdí. No sabía -cómo iba a saberlo- que el naranja es el necesario color de la necesaria psicosis de la infancia, que el fútbol total son los dibujos animados bidimensionales en las tres dimensiones de aquella Alemania real en Alemania, que mi presente ni por asomo ni por el forro es el futuro que me había prescrito. Al carajo.

Teodoro me perdonó el duro.

PORTUGAL 3-3 ESPAÑA (Y III)

Un gol de perro viejo (1-0) y otro a cara de perro (1-1). El cante jondo de un portero (2-1) y la física teórica de pizarra de Princeton (2-2). La determinación expeditiva de la fuerza bruta (2-3) y la cinematografía del protagonista galán (3-3). El miércoles más.

PORTUGAL 3-3 ESPAÑA (II)

Parido en el hospital de Jove, me tocó en suerte ser español. Por suerte por tanto por supuesto que deseé ayer la victoria española ante la selección del país que llevo adoptado, por apellido y cultura, en el paradigma de preferencias. Si no tuviera en plantilla al televisivo Ronaldo de brazos en jarras, abierta entrepierna y cuádriceps al mundo, mi rendición a la selección lusa sería casi total; total del todo, o sea total total, ausente España.

PORTUGAL 3-3 ESPAÑA (I)

Quiero escribir de memoria. Quiero decir que no quiero ver repeticiones del Portugal-España. Que quiero escribirlo al buen dictado del buen regusto. Da gusto ver jugar a la selección española: momentos hubo en que multiplicó casi por dos, atolondrando a los portugueses, el fútbol de regla, escuadra y cartabón de la campeona del mundo en 2010. Añádanle a esto el contrapunto del juego luso de contrataque con el tramposo, vanidoso y letal Cristiano Ronaldo, el hijoputa, como cuchilla de lanza. Portugués o español, usted, amigo del fútbol, habrá sufrido y gozado ante la belleza y la incertidumbre.