CAMINO DE LA TRANSMISIÓN COMUNITARIA
Un garnacha joven de 2018
de Calatayud con más grados (15.5) que el Martini (15). A poco que
salga de extenso el párrafo de esta cena, el pelotazo puede ser
espectacular y la segunda parte de la noche el pánico anuncio de lo que
voy a encontrarme a primera hora de la mañana. A este vino le han puesto
de nombre Glotón, que tiene coña.
Yo dejaría de beber, o de beber tanto, o de beber vinos de quince con cincuenta, pero la jornada laboral de
hoy ha sido un escándalo coronavírico y, como dice el jefe de la salud
mental del HUCA, la mujer alivia tensiones con el lexatín (Lexatin ® ) y
el hombre las alivia con alcohol, que ahorra visitas al sistema
nacional.
La gente del
bicho cabrón, hora a hora, va arrinconando, en sucesión de cadena
explosiva nuclear, a la gente de lo gilipollas (esos que se jodan, mire
usted) y a la gente (un día va a haber una desgracia), poca, que
realmente necesita de nuestros servicios. Llueven ya, lógico, los
contactos, subormales o no, directos con Covid-19, subnormales o no,
positivas. Voy a ser bueno y comprensivo y dejar un margen del diez por
ciento de contagiados y aspirantes a PCR inevitables o de causa mayor.
-Échate más vino, Cadarmona.
-Marchando.
Un médico que iba a ser filólogo y un filólogo que es administrativo
vive Dios que esta tarde, codo con codo, se ganaron con creces los
garbanzos.