sábado, 29 de agosto de 2020
jueves, 27 de agosto de 2020
APLAUSOS A LAS OCHO, GILIPOLLAS
BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPÍRITU
Porque de ellos es el reino de los cielos. Después de la muerte, en la cerúlea esfera infinita de Dios el español ínfimo será el puto amo y a Jesucristo le va a estallar en los huevos la primera bienaventuranza porque, Yeshúa, ese español misérrimo de espíritu que ahora exclama qué bien os vino el coronavirus señalando a los sanitarios a ti te va a señalar exclamando qué bien te vino una crucifixión por la que manejas a tu antojo el esférico chiringuito cerúleo de Dios. Además qué cojones te voy a contar a ti que no sepas, que los mismos que te hicieron domingo de ramos te dieron viernes de crucifixión. Hazme caso, Emmanuel: el pobre de espíritu, el español ínfimo, está bien donde está en “La divina comedia”: en el limbo, círculo ligero del infierno.
Esto ya es como en Dark, en la que cuatro gatos y Barbón estaban enterados del Tag der Apokalypse. La Cadarmona tenebrosa, a la que algunos del mismísimo Santo Oficio tomaron el pelo antes del estado de alarma, durante este y después de él por lo que consideraron exagerados y alarmistas haceres y pareceres de la Cadarma, en sus trece sigue predicando en el desierto mental de la fiesta de los cuerpos de Macarena.
En ningún sitio como en casa, que antes de marzo me comía y en la que ahora me alivio de haber sorteado a tanto oligofrénico. España, país de posada, desescalando siempre se despeña. España de toros que confundió coronavirus con morlaco; comunidad que por sus santos cojones en lugar de por la reflexión; que improvisa y que otros planifiquen. Los expertos, en España, forman un comité que sale del urinario abrochándose la bragueta.
VIDAS SUBNORMALES
Hay vidas subnormales de gente en apariencia normal: viejos en los que sólo han envejecido piel y órganos internos, adultos en edad madura que se han quedado estancados en una perenne adolescencia, adolescentes de fracaso escolar irremediable, niños consentidos camino del adolescente subnormal que pasará por una madurez subnormal para acabar sus días como viejo envejecido tan solamente de piel y órganos internos, la mente subnormal de toda su vida. Gijón, este atardecer, estaba de ellas, de las vidas subnormales, que metía miedo.
Cuélgueselas usted del nabo o métaselas usted por el coño, que el efecto, en responsabilidad ciudadana, va a ser el mismo, mi estimada vida subnormal. Ocurre que lo que funciona es el miedo de la vida subnormal a las sanciones, ineficaz a todas luces viendo como estamos viendo mascarillas en la mano, mascarillas en el antebrazo, mascarillas de babero o por debajo de la nariz, mascarillas de pendiente, mascarillas todas ellas prestas a recolocarse en salud ante la hipotética aparición de unas fuerzas funcionarias del buen orden que o no están o miran para otro lado. Si la Cadarma hace eso solamente una tarde y si, como la Cadarma haciendo eso, lo hicieran bastantes en el SO, los suficientes, vosotras, vidas subnormales, ibais a cagar diarrea.
Satisfacción inmediata del deseo. La reflexión, el estudio, el vaso de buen vino de Gonzalo de Berceo, el intento de comprensión de uno mismo y de lo restante hace tiempo, mucho tiempo, que regresaron a los monasterios invisibles de escasos monjes en dispersión. No es lo mismo el humo introspectivo de quien observa detenido el mundo que la choni analfabeta que fuma con el culo clavado a la silla de la terraza del ocio sujetando imbécilmente el chupo del churumbel carne de vivienda social.
La noticia da asco y risa, por unos y otros. Muy bien los sentimos (asco y risa) quienes a diario tratamos con esta gente. El podemita de Viesques y burócrata ahora del jojó oprimido quizás de facha me tache.
Grandes palabras en boca de buscavidas y sinvergüenzas las encuentra usted en La Celestina, todo el teatro del XVII y los esperpentos. Realmente las halla usted en toda la historia de la literatura en castellano, y en la manifestación de la plaza de Colón de este domingo. Lemas como “Déjenos vivir”, “Estudio e informo”, “Investiga, reflexiona”, “El amor es inevitable. Libertad”, etc., etc., valen tanto como los consejos morales clásicos en voz de la vieja puta Celestina, la filosofía en el gracioso o las reflexiones etiliconocherniegas de don Latino de Hispalis, interpretado a lo grande por Agustín González, que habría hecho un gran papel con cualquier imbécil de la plaza de Colón.
En los años ochenta las facultades estaban saturadas de bachilleres que habían hecho el COU y superado la selectividad. La generación del BUP y el Baby Boom. Luego sucesivas reformas de Educación, con adaptaciones curriculares socialmente inclusivas, fueron disminuyendo el nivel de exigencia y despoblándose fueron además las facultades, sobre todo las de Filosofía y Letras. Un oasis generacional en medio de un desierto de profetas alucinados procedentes de la posguerra civil unos, procedentes otros de las reformas de Educación. A la democracia, como al franquismo, le interesan los tecnócratas analfabetos, y una masa de analfabetos a secas que no protesten más allá del ocio nocturno a la luz de las farolas. Sólo que a la democracia, que no tiene autoridad para sacar los tanques a la calle, el alucinado beodo mental de farola nocturna está explotándole en los huevos, como se hizo en los tiempos de las repúblicas.
Carrefour. Segunda botella al 50% y la excursión a los vinos ha salido bien: un crianza de Laguardia que en crianza tira a potente y clásico.
-Perdone que lo moleste -una mujer de unos cuarenta y pocos años-. ¿Entiende usted de albariños?
-Hombre... De albariños precisamente no es que entienda mucho. Soy de tinto.
-Ah.
-¿Anda usted muy perdida?
-Completamente. No me gusta el vino.
-Es para regalar, sospecho.
-Sí.
-Mire: los dos clásicos son el Martín Códax y el Terras Gaudas, un poquito más caro pero muchísimo mejor que el Códax.
-¿Y este otro, que es más caro?
-No lo conozco, pero tampoco se lo iban a agradecer salvo que
entiendan, lo hayan catado y sea espectacular -una botella azul con
floripondios en la etiqueta-. El Terras Gaudas, ya lo ve, viste elegante
y además viene envuelto en papel discreto. Y le repito: un poquito más
caro pero mucho mejor que el Martín Códax, que es el que todo el mundo
se sabe.
-No, si me suena hasta a mí. Me llevo el Gaudas ese. Muchas gracias.
-De nada, mujer.
-Y eso que usted no entendía.
-Lo básico.
ISABEL (II)
Una nación que anda liada a hostias consigo misma es una nación que no se aclara y lo que no se aclara está abocado a infectarse y gangrenarse en Antiguo Régimen. Era poco lo que había que bregar con los Zumalacárregui que los liberales se partieron en dos inalcanzado el estadio de 1812 por el Estatuto Real de 1834 primero y la Constitución de 1837 después. Lejos quedaba aún el PPSOE Pacto de El Pardo (1885) -que no, que no he bebido, aunque también- y lo propio seguía siendo liarse a hostias por todos los sitios y cambiar de pareceres con golpes de Estado ora moderados, ora progresistas. Podemos no se andaba con gilipolleces de género, el general de turno sacaba espada y caballo y se acabó la tontería del Gobierno; lo mismo hacía el PP (el PSOE les seguía caballo y espada a los de Podemos). Que no, joder, que no he bebido, aunque también. Qué culpa tiene la Cadarma de que en 1840 en Madrid se monten la de Dios de escraches, María Cristina nos quiere gobernar le pida ayuda a Iglesias Espartero e Iglesias Espartero, general que en Vergara había abrazado como un oso a Zumalacárregui Abascal, le diga a María Cristina pírate, tía, que yo también te escracho. Isabelita niña aún no debía de tener el culo para pompas y andaría por los jardines de palacio jugando a la gallinita ciega.
viernes, 14 de agosto de 2020
ISABEL (I)
La diña Fernando en 1833 y ya tenemos excusa para volver a liarnos a hostias con nosotros mismos, como Brad Pitt con Edward Norton. El hermano del áulico fiambre tira de fiambrera legal y destapa la cosa franca esa de la ley sálica a trabucazos de trabucaire mientras a la niña Isabel la arrullan con una nana. España. Regenta María Cristina, que por aquellos años era como decir que María Cristina nos quiere gobernar y nos gobierna, eso sí, con el permiso de la socialdemocracia de entonces: los liberales. Vox estaba liderado por Carlos María Isidro de Borbón, un Abascal sin barba en la barbilla interpretado por Álex O'Dogherty en “El Ministerio del Tiempo”. No, no estoy bebiendo, que también: hay quienes se preguntan si la guerra civil del 36 no fue una cuarta guerra carlista.
El poder de la inercia, que ata; por el que muchas parejas en lugar de separarse se lían a hostias, en el infierno del ritual se pierde el obsesivo y da igual que usted haga un llamamiento a la responsabilidad del ciudadano. Se necesitan fuerza y tenacidad para poder con el poder de la inercia y una imaginación a prueba de los años. Poca gente, muy poca gente, está para eso. Yo algún día de estos tendría que dejar de fumar.
El llamado “ocio nocturno”, que básicamente consiste en hacer el imbécil a horas intempestivas, en cuyos locales, que llevan siglos de Babilonia pasándose por el ojete de Nabucodonosor la salud de los incautos, venden gato por liebre a precio de angula a lo más granado de la inmundicia rutilante que parasita ciudades, se nos está poniendo tonto. Confiemos en que ande fina la Justicia.
La cabeza de la Cadarma, de siempre que la Cadarma recuerde, ha venido transitando por vías de tercera, llenas de curvas y de baches. Es por eso que la Cadarma odia esas cabezas que afirman, yo lo tengo muy claro, chaval, viajar con trescientos sesenta y siete caballos por las mejores autopistas de pago del planeta. Derruidos puentes del apocalipsis le han cortado el paso a la Cadarma, que labora mal y equivocada en el Santo Oficio rodeada de gente de autopista y ahora de tren de alta velocidad (medicina, mir -enfermería, eir-, mercado de trabajo, tríada en pulido riel). Ha sido la cabeza de la Cadarma, perita en lunas, en praxis ignorante. Cadarma cansada de tanto reinventarse en el satélite, beberlo de luz en vino, no querer verlo como lo que es: un erial gris y esférico que sí, que vale, causa las mareas de la Tierra y quizá fue fundamental en la aparición de la vida, porque quien no se consuela es porque no quiere.
Con uno de estos siempre me acuerdo de la cara que me puso un camarero de San Leonardo de Yagüe (Soria) cuando le pedí una botella de la ribera del Duero para acompañar la cena.
-¿Ribera? ¿Aquí en Soria?
-Usted me dirá.
-Aquí lo que tenemos es rioja.
-Andaré derrapando por curvas de ballesta.
-¿Perdón?
-Nada. Pónganos el rioja, ande.
-¿Alguno en particular?
-El de los pagos sanleonardinos.
-¿Perdón?
-El de la casa.
DE LA COVID, MONARQUÍA O REPÚBLICA Y FACHAS Y ROJOS
En un país donde en ámbar se acelera, donde por cada nueva norma que se dicta ya hay diez o diez mil bufos catedráticos del quebrantamiento, no hay lugar para la libertad. España, lugar primero de tribus a hostias, de reinos a hostias después, de reyes alucinados, pueblo analfabeto, beodo y canalla y generales espadones de signo tal y de signo contrario, no es país para libres. Una nación de dos repúblicas con empeño despeñadas que no aprende ni a guerras ni a virus tiene por enésima vez lo que se merece: una generación que está al borde de jodernos a todos.
SESIÓN GORE VESPERTINA CON NIETOIDE
-Alexa, YouTube. Alexa, orquesta de “La novia cadáver”.
Y Nietoide y yo nos ponemos a ver cómo tocan y bailan los esqueletos de Tim Burton. La abuela nos pilla y escandalizada nos dice que Nietoide esa noche no va a dormir.
-¿Nieto, te da miedo eso?
-No, qué va: he visto cosas peores -y le pide a Alexa unos dibujos
animados en los que un conejo le clava una estaca en la frente a un
monstruo, que empieza a sangrar como un gorrino; el monstruo se enfada y
parte en dos al conejo, al que de paso y de cuajo le arranca la cabeza
que empala con la estaca que le había arrebatado al lagomorfo, al aire
la columna vertebral decapitada. Abuela y yo nos miramos sin dar
crédito, Nietoide descojonándose, mira, mira, y yo, ya recuperado del
susto, descojonándome de la protección a la infancia. Ya metidos en
harina, le pido a Alexa el vídeo resumen enumerativo de todas las
muertes acaecidas en “Mars attacks!”, por seguir con el señor Burton. Ni
que decir tiene que Nietoide se ha quedado clavado a la pantalla.
Estas abuelas...
Es la soberbia humana del poder converso. Cuando “allá por las remotas luces o aceros aún no usados tigres del tamaño del odio” de Aleixandre nos mantenían clavados en nuestro sitio. Ese miedo cerval y con motivo de la primera parte del 2001 de Clarke / Kubrick. De cuando pasamos, de proteína paciente a proteína agente, a comer después de evos de ser comidos. Normal, coño, la soberbia humana del poder converso. Ya se verá.
LA CADARMA EN FACEBOOK (2)
La Cadarma, necesitada de distanciamiento social, necesitada de contacto. La conexión a Internet ha venido a resolverle esta contradicción a la Cadarma, que ya no sabría vivir sin un portátil, sin un smartphone, sin blog. En Facebook la Cadarma se expresa sin interrupciones. Hay en Facebook un cierto orden de emisión, recepción, respuesta. Hay en Facebook, sobre todo, lo que en Facebook no hay: tumulto. Y hay en Facebook que puedes pasarte por el silencio lo circunstancial que no interesa. Twitter es más de la calle, del ruido, de la puta terraza de bar, de esa mierda de la física de la masa y el volumen. Mejor que Twitter salir de casa a tropezar con el sabio de quinto vino o tercer cacharro mediado, al menos no has de soportar las soplapolleces de incontables analfabetos a hostias.
LA CADARMA EN FACEBOOK
Digamos que hace diez años la Cadarma dejó de ser sociable en el mundo de la física de la masa y el volumen, poco después de que España ganase el mundial de fútbol.
Solamente en el mundo de la física de la masa y el volumen porque la Cadarma no puede dejar de ser ese pobre imbécil animal del contacto necesario.
La gente cansa. Eso es todo. Se cansará pero me cansa. Gente día tras día, gente de funcionario, de camarero, de cajera de supermercado; gente que pide y quiere ya. Gente masa con forma de gente. Gente que en gente es igual a sí misma. Regreso a casa apartándome de la gente. Ceno solo, sin gente. Sin gente me acuesto en la cama. Sueño pesadillas con la gente para con la gente volver a empezar apartándome a la ida para soportar la demanda voraz en lunfardo de algunas bestias de carga o almas inútiles, la demanda sedienta de la mayoría, la demanda exquisita de cuatro. Dame, quiero y querría.
lunes, 3 de agosto de 2020
EL IMBÉCIL DEL DÍA EN EL SANTO OFICIO
Setentón, insolente, analfabeto, panzón de vida simple, aborto de la edad, el imbécil del día. “Urgencia” cuyos síntomas comenzaron hace siete meses. Tan idiota que lo dice.
-¡Coronavirus, coronavirus...! ¿Qué cojones es eso del coronavirus?
-Un virus que afecta al sistema respiratorio.
Por subnormal, a la puta calle.
Sabiendo estar, no tenga usted la más mínima duda de que llegará más lejos. Pero para saber estar, ay, hay que haber estudiado, y no estoy hablando de grados universitarios, ni tan siquiera estoy hablando de libros.
Salud.
domingo, 2 de agosto de 2020
POR LOS HIJOS DEL 78
No todo el mundo vale para vivir en democracia. La democracia es el único sistema que vive de la responsabilidad del individuo. Cuando usted confunde democracia con libertad de hacer lo que a usted le salga de los cojones ocurre que la democracia se muere por enfermedad o asesinato. La democracia, en la historia hasta hoy del hombre, ha sido un estado parentético que da lugar a larguísimos periodos de tiranía del fuerte. La democracia requiere de la solidaridad de la inmensa mayoría de los miembros. En otros lugares del mundo yo qué sé, o sí lo sé pero hoy no es caso que nos ocupe. En España, hasta el presente, nunca. A las generaciones jóvenes, que historia, literatura y filosofía se las pasan por la retambufa, no les pida usted responsabilidad solidaria, que bastante tienen ya con sus smartphones, informáticas, medicinas e historias de andar por casa, ese hogar matricial que a su manera da la teta desde 1978.
sábado, 1 de agosto de 2020
EL VELO DE MAYA
Tardas más de media vida en descubrir que no eres quien piensas ni lo que piensas. La memoria de lo inmediato es tan falsa como la de lo mediato y lo remoto. Reacciones de placer y ansiedad se nos enroscan en mordedura de veneno. El maldito áspid de la apariencia interior.
Hay gente que ni en toda su puta vida se deshace de esa interior malla de maya y que por eso responde no me toques los cojones, en su hábitat de traumas y tabúes. Me encontré con una el jueves. Tardas más de media vida en descubrir que no eres quien piensas ni lo que piensas y que no merece la pena discutir ni encabronarse. Es por eso que pagué, me levanté, deseé las buenas noches y me fui. Hace diez años que practico eso.