DÍAS POR DENTRO
1/21. Entre el abrojo de la senda estrecha.
2/21. Constatamos pérdida de musculatura mental. O no estábamos tan cachas como creíamos.
3/21. La física de la mente es bastante más impredecible que la del tiempo atmosférico. Excesiva cantidad de variables. El orden oculto del caos. Ser esa atmósfera de (¿aparente?) desorden conduce inexorablemente a la neurosis y a la guerra. Quedarse quieto y observarla acojona. Acojona observar tanto movimiento, tanto caos que es uno y uno no es en esa paradoja que deja de serlo en el acojone de la observación.
4/21. En lo que toca al mundo exterior, somos un es cansado. Circulaba hace escasamente un mes por las redes sociales una página de no sabemos qué ministerio en la que el es cansado podía solicitar no recibir propaganda electoral. Menos cansados que hoy y justos de ecologismo postural nos dijimos: ¡qué va, hombre!, ¿cómo vamos a privarnos del exquisito placer de romper papeletas, de ese mínimo margen de maniobra de que disponemos en esta democracia entrecomillada? Entren en nuestro buzón desde Vox a Unid(jojó)as Podemos, que os espera el gato, porque os vais a reír de vuestra puta madre.
Anda presta la siniestra en la división del inmigrado, inseminado con diligencia su uterino buzón por los terroristas de género; tras ellos, temiendo que el negocio se les escape, los proxenetas de la puta izquierda gramatical.
Qué vamos a hacer el 10-N no lo sabemos aún.