LUNA DE LUNES

Tenemos a Luna como si nos la hubieran conectado por el culo a una red eléctrica. Una encocada Luna de olfatear furioso que se come las pastillas a palo seco y sube corriendo las escaleras. Como nos dé por morirnos esta noche, Luna se desayuna con nuestro cadáver.

-Ni tanto ni tan calvo, Luna.

-Grrr...

AMSTERDAM

Ve usted Alkmaar y ha visto usted Gouda y Amsterdam. No nos extraña que los nativos se coloquen a precio de risa. Holanda posee la monotonía de un fractal y sabe a queso.

LOS CDR

Dos años después, los CDR siguen empeñados en facilitarle la campaña electoral a la derecha. Los extremos son lo mismo y por eso se tocan.

PROFUNDA REFLEXIÓN VESPERTINA DOMINICAL

Cecina de León curada, chorizo de allí con apariencia de ibérico, queso, jamón de bellota que a doña Do le ha salido en compra como Dios, un Castillo de Colina (mencía de Toral de los Vados noventa Peñín), una película española con Maribel Verdú de prota, como la bellota.

-Oye, vida.

-Dime, mi amor.

-Lo que se pierden los veganos, ¿eh ho?

-Pues sí.

-¿Sabes qué te digo?

-Dime.

-Que se jodan.

PARÍS

““Quisiera un castillo sangriento”, había dicho el comensal gordo.

¿Por qué entré en el restaurante Polidor?”

“62/Modelo para armar”, novela de dos universos comunicados, uno representación del nuestro, el otro como más denso o submarino (en “Rayuela” Morelli no hacía más que anunciarlo), comienza en el Polidor, al que llegaron sin buscarlo, más allá de lo que ocurre con Horacio y la Maga en la novela madre, que juegan a encontrarse sin buscarse. No estuvieron mal la torre Eiffel desde abajo, el Louvre por fuera, el mausoleo de Napoleón, aquella avenida del lujo que de él arrancaba para satisfacer las necesidades visuales de la Eximia y donde la Cadarma se compró una Butz-Choquin que acabaría extraviándose en Contrueces, los jardines de Rosa Luxemburgo, la Sorbona... Nada comparable al placer de llegar al Polidor sin buscarlo, letraherida la Cadarma hasta que se muera.

10-N

Un Adaras Aldea de 2017, garnacha tintorera, syrah, de Almansa, en cuya compañía y la de Compay Segundo escribo que todavía no sé qué hacer con la izquierda excepto el PSOE, al que no voy a votar más en mi puta vida así se avecine la derecha. En Gijón la filóloga no ha hecho más que mostrar su diarrea verbal (dícese “verborrea”) de socialdemocracia de piquillo y regular subida de impuestos y sueldos propios. El partido que hemos votado para Gijón ha resultado en un concejal de Movilidad paralítico que nos parece que va a tragar hasta la conjugación del futuro de subjuntivo del último verbo de la filóloga. En Asturias, el craso sotabarbón va camino también de conjugar lo que la filóloga conjuga. Mea culpa aquí. Y mea culpa en las generales de las elecciones pasadas. Habíamos creído que el sanchismo etcétera, etcétera ajeno a Felipe etcétera, etcétera. Bueno, “habíamos creído”... Que gilipollas no somos. Pero un algo, yo qué sé, las formas: pactamos con Podemos y luego ya veremos. Pues no: hemos comprobado por enésima vez desde 1982 que el PSOE es la caricatura de la izquierda. A tomar por culo. El PSOE, la UE, la CIA y el IBEX 35. Cuando un partido basa su honradez en no entenderse con la izquierda, a la que llama extrema izquierda alineándose en nomenclaturas con la derecha, que ese partido, de derechas, no cuente nunca más con la Cadarma, que era lo que le faltaba al Esqueleto que Lee. ¿Que no podrías dormir de haber llegado a un entendimiento con Iglesias? Yo tampoco podría dormir si repito voto. ¡Qué aburrimiento, joder!

-Joder, Luna, ya te vale. Entre no comer nada y querer comerlo todo a todas horas hay un término medio, que se llama mesotés, en griego.
-¡Guau!

EL ESPECIALIZADO HEDONISMO DE LA CADARMA

Lo tuyo es el vino, afirma Semicritic viéndole el carro de la compra a la Cadarma, expuesta a múltiples cánceres, entre ellos del de vejiga. La Cadarma, ante una buena promoción de vinos, adelantándose a sí misma se pierde y anticipa las múltiples muertes anunciadas por el ministerio de Sanidad. Con sumo cuidado y fruición va depositando botellas y más botellas en la cinta de la caja 2 ante la atónita mirada de más de uno que piensa este tiene un bar. En 1998 se llevó las veinticuatro botellas sobrantes del José L. Ferrer, de Binissalem, que el Carrefour, en sus jornadas del vino a 795 pesetas de entonces la botella, no había vendido y ahora ofrecía a 175. Está claro que la Cadarma conocía el valor de ese tinto. En 2019 la gente vulgar está acostumbrada a algo más que a las dos denominaciones de origen que la gente vulgar de 1998 buscaba entonces: la clásica Rioja y la pujante Ribera del Duero. Binissalem era un caldo para alienígenas, descubierto primero y perseguido después por quienes se habían apuntado al riesgo del hedonismo, que no se basa precisamente en la repetición. Sólo que la Cadarma pasaba por allí.

LA CADARMA QUE COTIZA

Se acaba la antesala del jueves. La antesala es donde se vive para uno mismo en inclusión social. La hora de la verdad empieza los jueves: regresa la Cadarma al estado de herramienta del sistema, la Cadarma ha vuelto a cosificarse, la Cadarma retorna a ser una moneda de cambio de cobre monetario internacional. Los hay por ahí orgullosos de su condición de billete de cincuenta euros. Pero la sociedad está llena de monedas de un euro que se creen quinientos euros. El macrocosmos va tirando gracias a estos imbéciles de a euro por cabeza. La Cadarma, cobre como máximo de cinco céntimos, vive para la ranura de la máquina del café del Santo Oficio, por donde aparecen monedas que se creen de todos los valores. Peor es la mina, decían las abuelas, y las madres de los que ya tenemos cierta edad. No sabe la Cadarma, que la mina también tuvo sus estos y sus aquellos y de sus aquellos conoce la Cadarma a uno que se jubiló bien joven y sano hace casi dos décadas y que por el monte sigue haciendo fotografías con sus cámaras de pensión de oro mientras en el Santo Oficio no se contempla ni el puto contrato relevo.

OTITIS Y VISIÓN DEFECTUOSA

Otitis y visión defectuosa. Las antecuencas de la Cadarma ya no valen ni para tomar por culo. Enfrente, un Ray Loriga lee, por la editorial que le adivino, literatura para iniciados. Las antecuencas de la Cadarma, que ya no valen -hemos dicho- ni para tomar por culo, no alcanzan a ver el título. Lee y toma notas. ¿Profesor de lengua y literatura haciendo horas extraordinarias? ¿Periodista especializado? ¿Escritor? Un rumano de la Rumanía que no mola deposita clínex y mecheros en las mesas, menos en la mía. En la mesa de la Cadarma, que más parece mesa de oficina que mesa de recreo, no se atreve. Es este un rumano de la Rumanía que no mola conocido del barrio. La mujer, una matrona con el perímetro de un gigante gaseoso, hace oficio de mala conciencia a la entrada del Mercadona. Poco irán sacando marido y mujer rumanos, que la frecuentación -díganmelo a mí- es cosa que cansa. Y bastante tenemos todos como para además añadirle a la alforja asuntos de mala conciencia. Así que la Cadarma al Dolfos, el profesor o periodista o escritor al café y los demás al partido de fútbol que toca hoy. El profesor (por abreviar) y la Cadarma se miran, quizás reconociéndose bichos raros, él con su libro de Destinolibro, ella con su hp portátil. El escritor en Ray Loriga, la Cadarma en camisa de corte clásico. Duele todavía la otitis. La cuencas de la Cadarma miran a media distancia por donde las antecuencas están fabricadas para mirar de cerca.

¿CUÁNTOS AÑOS TENÍA ULISES?

La gente normal los lunes, duchada y legañosa, coge el coche, el tren o el autobús y se dirige al trabajo, y al trabajo la gente normal llega el lunes. Hacia finales de septiembre de todos los años lo que hace la Cadarma es tomar el metrotrén del tiempo para en lunes llegar el jueves al trabajo. Y vaya cómo se nota. La gente normal prefiere borrarse en semanas enteras sustraídas y luego la hostia que se mete es mayúscula. La Cadarma se borra los miércoles para hacer los jueves el reingreso. Mejora el carácter de la Cadarma, más fresca, aunque ahora haya que cogerla con pinzas por lo pasado con Luna, por la otitis, por lo zen. Alcanzar el espacio zen es una odisea con mucho canto de sirena por el camino. ¿Cuántos años tenía Ulises?

MIÉRCOLES

Pudo más la otitis que la noche. Un dolor sordo que quiere ser agudo sin conseguirlo por causa de las gotas de la doctora González. Es así que este miércoles de la semana jueves, viernes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo está para pocos trotes, los imprescindibles: medicar a doña Luna y darle de comer y beber y sacarla a lo que se saca a los perros, lavandería, escribir, hogar hacia lo zen, albariño y escribir.

En la lavandería aprovechamos la hora de espera para leer en el soporte que tengamos a mano. Muerta la tableta de ataque de batería, nos quedan los libros y el smartphone.

-¿Alguien me puede explicar ahorita el funcionamiento?

Una señora procedente de algún punto del Coño Sur, treinta y tantos, minifalda asimétrica,

-¿Secar o lavar? -me ofrezco, suspirando por que la clase magistral sea breve, Juan José Millás esperándome.

-Lavar.

Le explico con la mayor precisión de que soy capaz en una lavandería el funcionamiento de las lavadoras y sobre todo el endiablado de la máquina que cambia monedas por billetes.

-Para que luego digan que los hombres no saben de estas cosas.

Será en tu país, pienso pero digo:

-Si no queda más remedio...

La mujer parece que va a quedarse hasta que finalice el ciclo completo de lavado, y obligada por agradecimiento a darme palique. Juan José Millás se impacienta.

-Ah, una última cosa.

-Dígame.

-Las lavadoras, una vez puestas en marcha, no se pueden abrir. Se lo digo por si prefiere usted ir a tomar un café. Marcan el tiempo que queda.

-Ah, gracias, es usted muy amable. Precisamente iba ahorita a mirar eso.

Juan José Millás respira aliviado. Yo también.

DESCANSO

Bienvenida sea el áurea mediócritas del pequeñoburgués mental. Estar sin
sobresaltos. Luna ha vuelto a ser el perro como Dios manda que recién acabada su cena husmea el comedero. Otitis externa aparte que gracias a la paciencia de González doctora estamos empezando a tratar, esta noche vamos a dormir como un justo. Lo que la medicina cubre lo gana la literatura.

LUNA RESUCITADA

A los preocupados amigos Fb que han estado siguiendo el curso de la salud de doña Luna se les comunica que se encuentra perfectamente y hasta ha depuesto una cagarrutia.

Bien se merece el amo un albariño en La Caleya Imaxinaria, repleta de parroquianos con los ojos clavados en los televisores, que emiten el Barça - el que sea. Me alivia ver que no soy el único perro verde que ignora los acontecimientos del Camp Nou.

El jarabe que a los perros abre el apetito hizo efecto durante la noche. Mear y la nueva obligación del pase de revista matinal en el reducto de doña Luna: no había comida en el comedero, que era alimento del hambre y no golosina. Alborozo del amo. A la veterinaria segunda hay que erigirle un templo. El templo del amo que descansa. El del amo que el lunes no tendrá que cargar con la perrera.

10-N

Afirman algunos que Iglesias llegó a negociar a calzón bajado con un Sánchez a calzón quitado. No lo sé. Lo que cojones tiene más grandes que los del caballo de Espartero es que PP y Cs, con su principio del no es no, exponiendo estén al vulgo que la exclusiva culpa reside en el señor Sánchez. Y miren: no. Podrán ustedes engañar al inmediato, quizás al mediato, jamás a quien entre ustedes y él medie más de un eslabón. Así que PP y Cs, por principio, no nos valen. Al de la verde voz extrema ni lo mentamos. ¿Qué hacer entonces el 10-N? Vamos a tomar un vino y ya veremos.

CAL Y ARENA

Los niños de la posguerra civil española, que se criaron en la escasez, se hicieron mayores con horror al vacío. Pobre de quien tenga que limpiar el piso de uno de esos jubilados, abarrotado museo de la edad con figuras pequeñoburguesas de Lladró.

Gente.

Gente malparida la hay por todos los sitios; gente que está en el mundo por estar; gente de relleno carne de mercado. Gente necesaria para que el sistema no colapse. Es esta gente gente que a veces estorba y a uno lo fuerza a malgastar saliva. A pesar de esta gente, el universo sigue siendo soportable. Lo realmente malo está en las mujeres que en vez de parir cagan una mierda de recién cagado que mierda será de bebé, de niño, de joven, de adulto y de anciano. Una mierda de recién cagado abocado, ora por cultura, ora por genética, a profesar de parásito o de delincuente. Hoy en día, los que deberían tener más hijos no los tienen, y quienes piden a gritos vasectomía y ligadura de trompas los tienen de tres en tres y de cuatro en cuatro por la ley de la ciega naturaleza.

Gente.

Todo sea por que el espacio esté repleto de lo que no vale para nada.

UNA DE DRAE (VID. LA CADARMA QUE LLEE)

Uno, que ya ha cumplido cierta edad, transita de lo protervo a lo provecto, hasta hace nada obstinado en la maldad de la materia y encaminado ahora hacia el vacío, liberándose de lastres y de torgas. Con una nómina medio digna y completamente asegurada paga ahora por desembarazarse de los deseos de los tiempos de las dádivas, definitivamente a la mierda la juventud. No hay más vínculo que lo presente. Vivió hasta hace nada uno en la ficción de la gramática pura, que casi siempre tiende a otros tiempos y siempre a otro espacio.

-¿Tanta perífrasis para decir que usted ha de centrarse?

-Y desalojarme.

-El centro está en la renuncia, de toda la vida de Dios.

-Es que no lo sigo a usted en el canon. Entiéndame, en otros aspectos sí.

-Se le agradece y en eso se cimenta nuestro amistoso vínculo.

-Faltaba más, don Fernando.

-En el fondo, ¿no le parece a usted que somos semejantes?

-Los autónomos complejos de Jung.

Un godello do concello de Monterrei prolonga el blanco de Llume de Nueche en la mesa de cenar y escribir de la Cadarma, ideados por hoy Senén y don Fernando, recogidos al fondo no sabemos si dormidos o en vigilia, no vayan a obrar como los sei personaggi in cerca d'autore de Pirandello, más profesional que la Cadarma. Atesora la Cadarma a su favor que sí los ha pasado a la realidad por la que cuatro gatos avisados tienen noticia de ellos. Estarán, por tanto, durmiendo. O dormidos jodidos jodiendo. En su día leímos “Del Miño al Bidasoa” y pasando por Salas nos pareció un prodigio de castellano. Habrá que releer. Tienen estos prodigios que el vulgo los recuerda por la televisión, perfecta madama para puteros. Alguien habrá que esté siguiendo el hilo de este discurso.

-Ye una crisis d'espaciu pa espulsar cien y meter diez, don Fernando. Ye espertar pela mañana y tar yá pensando en tirar, en desmontar y tirar.

-El derrumbe de la psique.

-Sedrá.

-Lo que a ti te pasa es que te estás haciendo zen. Zen espacial. Que por algo se empieza. Tenemos que te ha iluminado el Espíritu Santo y ahora necesitas liberar espacio, librarte del cascajo que tupe tu espíritu.

-Home, visto asina...

-Te estás purificando, Senén.

-Sedrá. Yá to pensando en llevantame mañana pa desmontar y tirar y mete-y Solac de cuatro bares a lo que va ser llar zen.

-Hogar, dulce hogar, y más si uno no va tropezando por él.

-¿Tien usté un robó d'esos qu'aspiren y freguen?

-Fundamental. Lo programas y a rezar padrenuestros.

Xente alvertío del Santu Oficiu cuantayá que lu tien. Val pa toa clas de suelos, inclusive esos de cartón que nomen tarima flotante que nun flota nin nada, decodifica Senén.

-Gente perspicaz del Santo Oficio hace siglos que lo tiene. Sirve para toda clase de suelos, incluso esos de cartón que llaman tarima flotante que no flota ni nada que se le asemeje. El jodido robot. Antes de desfallecer de inanición laboral, regresa a su pesebre de electricidad.

-Pos a ver si me lu va financiando usté. Non p'agora, hom. Pa cuando esti cristianu tenga tirao tolo que cafia la tiesta.

Una vida laboral que se resume en el primer cigarrillo de la mañana y la cena con tinto y escritura no tiene vocación de huelga sintagmática. De la oscuridad preprimigenia del Jabato Color a los quince años paso se abrieron entre lo improbable los primeros versos. Estaba (imperfecto para la narración), estuvo enamorado y pergeñó, ay, anisosilábicos heterótrofos. Hasta hoy. Sólo que hoy se van publicando para los escogidos amigos del Facebook y los extraños en el blog y por entonces se tiraron por vergüenza por la taza del váter por aquello de la continuidad mental, que a los quince no está para gaitas. Ni bombardinos. Cuarenta años después el cuaderno ha sido sustituido por maquinaria inimaginable cuando en el siglo XXI íbamos a colonizar planetas con el ENIAC de tarjetas perforadas o con el HAL 9000 integrado con DVD's cantando Daisy ante la muerte. Salud, amigos; y que no decaiga.

Desarmando un arcón y arrancando mierda fueron tres viajes matinales al depósito de residuos con los dedos de la edad anquilosados por el peso de las tablas y menos mal que poco trapo a causa de la bondad del agua hirviendo. Pa entós don Fernando taba tan pacetible al so cafetín puro cola galleta y La Nueva España esfrutando del tiempu atropáu polos casi cinco sieglos que tien de vida y que Senén no cuenta vivir con lo que su organismo de alcohol ha acumulado y de cigarros sin filtro, asina que'l mio deprendimientu tien de ser rápidu y pa pocos años porque nun algamo la edá nin del Chalaneru, que pasa sobráu de los cien. Lo que se quiere decir es que Senén hoy ha trabajado como Pepe el Hijoputa y don Fernando folgó lo que quixo y más y que n'Asturies güei hai un coma cuatro trabayadores por cada pensionista, poro ye meyor morrer pronto pol bien de la sociedá y pa que don Fernando siga gociando del so merecíu reposu.

Tien Senén un bon llabor per delantre, acostumáu más a pallabres qu'a obres. Ta agora metíu en desescombrar delles dependencies del Santu Oficiu mientres don Fernando, va cuatrocientos ventitrés años, un día como ayeri se lucía a sí mismo el amor por el mercado y en cuarta letra del alfabeto el día remataba con tres sendas parejas de vino, blanco él, tinto ella. Falaron de la intimidá na intimidá mirándose averaos a los güeyos de la que Senén, cuatrocientos veintitrés años exactos después, vaporizaba, azulejaba y desescombraba metá agradecíu.

-Escribes textos muy raros, como en bable y en castellano a la vez -nos ha dicho esta tarde una compañera del SO.
-Sí, claro. Senén y Fernando Niño de Guevara.

Senén, enantes d'entamar a pidimiar énte la puerta la ilesia San Llorienzu, estudió y llicencióse en filoloxía, como l'alcaldesa Xixón. Senén ta llicenciáu en filoloxía hispánica. Cuando Senén finó los estudios, nun esistía la filoloxía asturiana, y pa cuando la punxeron Senén yá cayere nel oficiu méndigu. Por una mujer, en 1997. Por aciu una muyer entamare a beber y bebió y bebió y bebiendo perdiólo too y bebiendo siguió leyendo y bebiendo se leyó a los clásicos que no había leído en la facultad, lleó a los grandes del sicoanálisis y fíxose con conocimientos de matemátiques, hestoria, filosofía y cosmoloxía pa siguir pidiendo na ilesia San Llorienzu, fasta qu'estos díes tocó de morros no fondero y sintió la angustia del vacío del callejón sin salida, que es como la del pozo en prospección final.

-¿Cómo te va, Senén?
-Equí, enguedeyando al personal.
-¿Y eso?
-La xente creye qu'esto ye cosa la Cadarma.
-¿La Cadarma?
-El señor Alministrador, hom.

Tenemos a Senén y a NdG tomando dos albarinos na Caleya Imaxinaria refugaes les tapes de frutos secos. Nun hai fame. Ún polo uno, l'otru polo otro.

-Toi frayáu, don Fernando, cago en ros.
-El que algo quiere algo le cuesta, hombre.
-Yá, hom, pero ye que me pasé les hores azulexando ensin parar, un domingu, el día d'Asturies pa más inri.

Nes teles, cuatro pa más señes, ta xugando Rafa Nadal nun sabemos qué perimportante, nel primer día dempués de la illuminación de Senén.

-Recuerdo aquel día, Senén, como si fuera, de brillante que lo vivo, hoy por la mañana. Aquel día plácido, de reflejos que se prolongan hasta ahora mismo, cuatrocientos veintitrés años después. Diferente, como de comunión profana, dos almas en cuerpos cercanos, entrañable tren de vía estrecha.
-¿Qué me ta cuntando, don Fernando?
-Las maravillas perdidas de la FEVE, Senén. Como cuando tú en Vespa te mueves por las parroquias a ritmo de camino vecinal.
-¡Ah, coño! Toi frayáu, don Fernando. Nun-y veo la rellación.
-Te hallas al comienzo de la senda de la sabiduría, esa que te va a llevar a la entrega, a darte al otro.
-¿Qué otru, don Fernando?
-¡Cojones, Senén, el que te arreó la hostia!
-¡Hosties...! ¿Ta falándome d'amosar l'otru papu?
-Y por fin logró que vieras. No te queda otra, Senén.
-Tamién ye verdá, pero toi frayáu, don Fernando. Muncha parede azulexada
-Y lo que te queda, Senén. Pedes in terra ad sidera visus. Buen albariño. Aquella tarde tan cercano a ella... El brote del fruto del árbol de nueve años... Alma mater, Senén; alma mater mi doña Do.

-¿Te parece bien Mantenimiento?
-Claro, don Fernando. Munches gracies.
-Empiezas mañana, domingo, festivo. A las ocho. Cobras aditamento.
-Estupendo.
-¿Estamos rimando? Oye, hablando de rimas, ahora que te encuentro algo mejor, ¿te expongo el discurso del secreto?
-¿Esi qué discursu ye, hom?
-El que te va a evitar más hostias en el futuro.
-Suéltelu.
-Bueno. La señora, tu señora, esposa o barragana, tradicional novia o comunista compañera, ante todo -ante todo-, y pásate por el bajo arco de la indiferencia las palabras escandalizadas de quienes afirman que es imposible, ha de ser tu mejor amigo, así, en género gramatical masculino. Tu mejor amigo.
-Home ho, nun fadie; eso nin el Ramiro Calle. Usté ye que tien cuatrocientos setenta y ocho años, nun me joda. Asina cualesquier lo tien deprendío y prauticao.
-Sí, Senén. Desde que tenía exactamente tu edad. Hasta entonces, habían llovido hostias egocéntricas como chuzos alterados de álter, áltera, álterum, en latín “lo otro”, lo que no eres tú. Tu mejor amigo. Y tu mejor amigo, esa señora tuya, es un baluarte ante la indiferencia del mundo y la maquinaria de los psicópatas, muchos más de los que la medicina reconoce como tales en sus DSM. Has de ser cómplice de esa mujer frente al mundo. Y ahora tengo que dejarte, que, a mi edad, ya son horas de ir recogiéndose en puerto seguro y tú mañana allí sin retraso a las ocho.
-Con Dios, don Fernando.
-No me toques los cojones, Senén.
-Yera coña, hom.

-Que lo dexo, don Fernando.
-Que dejas qué, Senén.
-Siguir pidiendo a la puerta la ilesia San Llorienzu.
-¿Y eso?
-Que fasta equí lleguemos. Que nun puedo siguir viviendo asina.
-Eso está muy bien, Senén.
-Yá, hom. Diéronme un bon toque que me fixo ver nidio que nun pueo siguir asina.
-¿Cómo que un buen toque?
-Un toque escritu, bien escritu, nidiu, con pallabres que remueven y remociquen. Yá sabe usté que siempres me prestó que me dixeren clares les coses.
-A todo el mundo, hombre de Dios.
-Convídolu a xintar.
-Eso no se puede rehuir.
-De puta ma. Oiga, ¿nun tendría pa mio un puestín nel Santu Oficiu?
-Algo hay. Pero vas a jurarme por el mismísimo Jesucristo que lo piensas en serio y meditado.
-Que lo dexo, don Fernando. Que m'espetaron nel corazu la navaya'l verbu. Que teo d'ordename, que yá voi teniendo cierta edá.
-Te ha iluminado el Espíritu Santo.
-Nun seya coñón, señor Niño.
-¿A qué hora?
-¿El qué?
-El qué coño va a ser, Senén: la comida ofrecida.
-Ah, hom. ¿Val-y a les dos?
-Me vale. E informado de la temporal, ¿cuáles son las coordenadas espaciales?
-Ah, hosties, ye que nun toi a lo que toi. La Caleya Imaxinaria.
-A las dos ahí como un clavo.

Como tar al borde l'horizonte socesos. Una mierda. Tamos nesi espaciu nel que la ecuación qu'hai qu'aplicar ye la d'apertar el dentame más tiempu, díu al coñu l'universu.

-El universo no se ha ido al coño, Senén. De un empellón te ha mandado a ti al quinto ídem. Ergo quien se ha ido al coño eres tú. Sé coherente con tu propio enunciado. Goloso este albariño.

-Déa-y ensin medrana.

Pos que, como diz don Fernando, díu yo, Senén Martínez González, al quintu coñu o coñu a seques, toca agora plizcase con fuercia los güevos pa berrar por aciu daqué que duelga. Amás, podíemos tar peor, que don Fernando lleva aguantándome'l rollu tola santa tarde y pa encima convidóme a un Enate onde'l Nanu.

-No hay de qué.

-¿Peta-y un Tramuz, don Fernando?
-Ordena un poco esta cochiquera, Senén.
-Ye que toi fadiáu, hom.
-A ver, ¿qué pasó en esta vuestra historia interminable?
-Que terminó.
-Me sirvo el Tramuz. ¿Cómo que terminó?
-Que terminó, don Fernando; que-y dixi qu'a lo meyor yera meyor finala y dixo que sí ensin ceguñar. Yo díxi-ylo por tantiala, yá sabe usté. Abluqué. Díbemos facer nueve años xuntos.
-Bueno, Senén, juntos, lo que se dice juntos... La tuviste al principio comiendo de la palma de los dígitos y ya te dije yo que con esta te estabas equivocando haciéndole pagar los platos rotos de la Eximia. ¿Te lo dije o no te lo dije? Joder, Senén, haces la carne al punto de sal y plancha como Dios. Si ordenaras un poco esta pocilga... ¿Y ahora qué?
-¿Agora? Qué sé yo. Menudu añu de mierda, don Fernando. Toi collechando lo semao dende lo de la Vaxina Rancorosa.

¿Y qué será de Senén a partir de ahora mismo, las 22,02 de este aciago jueves 5 de septiembre? ¿Será capaz Senén de seguir avanzando por la edad esta vez con la cabeza fría? ¿Habrá aprendido algo de los ouróboros anteriores? Cómo contarle, cómo dici-y a ella que ta falando de verdá, que camudó col pasu'l tiempu la compaña si no lo cree por el precio que ha de pagar por haberse rebelado contra la Eximia, la maldita Eximia que-y fadió les coraes bien dientro por esa concatenación de dos mujeres opuestas.

-Ordena la casa, Senén. Hazme caso.

DERVICHE GIRÓVAGO

Vacaciones de EQT cinético silencio reacadarmándonos. Vacaciones de provecho. Son las vacaciones del hombre solo sin tilde con una perra que exhala en el pabellón del aniquilamiento.