-Don Fernando?
-Hombre...! El señor Esqueleto que Lee! Afinado oído lo oiga! Por qué me quiere, Andrés? Qué se le ofrece?
-Caray, don Fernando, respire usted.
-Respiro, respiro. Qué va a ser esta vez?
-Necesito otro certificado.
-Botella de Prado Rey como mínimo; lo de masticar, sobre la carta.
-Hace.
-Y sobre qué versa dicho certificado?
-Sobre la estructura de los textos argumentativos. Ha caído un artículo del señor Millás.
-Coño, el oficinista del realismo mágico infinitesimal.
-Hágame usted un poco de filología para el IPSO. Un poco: no se pase.
-Veré qué puedo hacer.
-Y por Dios, no beba usted mientras me redacta el trabajo.
-Sanguis Christi est, señor Esqueleto que Lee.
Y don Fernando me envió al @gmail.com
el .doc al día siguiente, y lo que leí me demostró sin argumentos que
don Fernando se había dado a base de bien no a la sanguis Christi sino
al Cardenal Mendoza bajo la ideacion y sobre la escritura del .doc hacia
un resultado final que envié al IPSO cerrando los ojos, porque o me
corren a hostiazos por tomadura de pelo o me ponen un diez: no hay
puntuación intermedia. Al artículo del señor Millás don Fernando le
había encontrado una estructura de muñecas rusas y así me tituló la
cosa, "Estructura de muñecas rusas", y a ojos cerrados así titulada la
envié. Que se había divertido mucho y se había vuelto a descojonar,
añadió don Fernando al texto adjunto y que a ver cuándo esa botella de
Prado Rey más lo de masticar a la carta.
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