Allá, en los tiempos de Glez., los de la CSI andaban, en Mariano Pola, a hostias con las fuerzas de choque del Estado. Barricadas y rodamientos. Rodamientos y barricadas. Allá, en los tiempos de Glez. La Cadarma era un crío que votaba.
Gijón desaparecía y aparecía Gijón acicalado de muelle en puerto deportivo, de industria en ocio, de ocio en ocio nocturno. Y Gijón, desde entonces, fue una puta mierda.
Hace años que ando huido de Gijón.
Gijón: jubilados, funcionarios, camareros; salario social. Gijón mendicante de la nómina del madrileño. La izquierda a uvas con sus tonterías y el capital abriéndose paso por donde puede: por el chachachá.
Quien escribe “Gijón” escribe “Asturias”, escribe “España”. España mendicante del salario del alemán.
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