jueves, 27 de agosto de 2020

 En los años ochenta las facultades estaban saturadas de bachilleres que habían hecho el COU y superado la selectividad. La generación del BUP y el Baby Boom. Luego sucesivas reformas de Educación, con adaptaciones curriculares socialmente inclusivas, fueron disminuyendo el nivel de exigencia y despoblándose fueron además las facultades, sobre todo las de Filosofía y Letras. Un oasis generacional en medio de un desierto de profetas alucinados procedentes de la posguerra civil unos, procedentes otros de las reformas de Educación. A la democracia, como al franquismo, le interesan los tecnócratas analfabetos, y una masa de analfabetos a secas que no protesten más allá del ocio nocturno a la luz de las farolas. Sólo que a la democracia, que no tiene autoridad para sacar los tanques a la calle, el alucinado beodo mental de farola nocturna está explotándole en los huevos, como se hizo en los tiempos de las repúblicas.

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