martes, 8 de enero de 2019

De dos en dos: el del SO y el de los vinos en locales de cercanías. Aíslan de la gente, que es lo mejor que se puede hacer con ella para preservarse de la chifladura. Pintan enormes bastos para el siglo XXI. Es posible; es más: es probable que tan solo sean los síntomas del viejo que no se adapta, aquel viejo gruñón del que no hace mucho tiempo nos quejábamos, y que ahora algunos envejezcamos antes ante la aparente estupidez de la cómoda tecnología de nacimiento rodeados de aparentes subnormales de generaciones posteriores. ¿Pensaría eso de nosotros aquel viejo cascarrabias?

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