A maniático y tocapelotas
no me gana nadie, y a más edad más tocapelotas. En óptica, a la
zona de las lentes que va a ir montada “al aire” se le hace un
bisel plano pulido. Progresivas, reducidas, con tratamiento,
trescientos euros cada una. Pues bien: la derecha salió zurda,
zahúrda de surcos en el bisel, como biselado con lija. Pues no,
oigan. No afecta a la visión, funcionalmente el cristal responde,
nadie va a fijarse en el error de pulimento, pero. Ese puto pero, esa
sucia conjunción adversativa, esa astilla clavada en el curso de los
pensamientos, esa hilera de señales atravesada en el bisel.
28-A. Votamos. Acude usted
a la urna esperando que le entreguen un acabado de grano fino, esto
es, un Gobierno, y lo que recibe es un artefacto funcional sin
remate, de grano grueso.
A la óptica. Al colegio
electoral. Corrijan.
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