miércoles, 6 de noviembre de 2019


ET DIMITTE NOBIS PECCATA NOSTRA

Más de un mes peleándome con Luna y la jeringuilla para administrarle vía oral al bicho el jarabe tonificante Anima Strath y resulta que para ella es como para mí la crema di limoncino del Lidl. Unas gotas que no entraron por donde debían entrar y Luna lamió en el suelo hasta el último átomo. A partir de ahora, chupitos de Anima Strath.

-¡Reguáu!

Mousse de pato al oporto. Hacerse vegetariano es más difícil que dejar de fumar, ciego a cómo tratan el hígado en vida del pato. Ya lo sé, ya lo sé... Estoy fomentando que. Fomento tantas injusticias desde que me levanto hasta que me acuesto... ¿Usted no, señora, señor vegetariano? ¿No? Claro que no.

¡Cachis...! Mousse de pato con naranja. La vegana naranja al servicio de la sevicia. ¿Cómo puedo ser tan cabrón? Y encima ganas me están dando de el domingo no ir a votar.

A Luna, criatura de Dios, también le gusta el mousse de pato con naranja.

-¡Guau, guau!
-No hay más.
-¡Guau, guau!
-Ha sido un experimento Facebook.

-Tú tienes más neuronas que ella -arguye la vegana.
-Por eso soy yo quien compra el mousse de pato -replico yo.

Esta nueva Edad Media de los pecados...

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