domingo, 10 de noviembre de 2019



MIS DOS DEDOS DE FRENTE (INCLUSO CUATRO)

He ido a votar. Bajo los truenos y trozos de fachada que se caen. Retiran los bomberos apliques peligrosos. Con todo, más estos siete meses de inopia política, he ido a votar. Porque no quiero otros ocho años de recortes por abajo para salvar el culo a los de arriba. Así gobierno yo. Así gobierna cualquiera, hasta Mariano. He ido a votar a los únicos que no me metieron la papeleta por el culo, que además son de izquierdas, una izquierda además que parece un tanto tecnocrática: en las ideologias aún pervive la rigidez del muñeco de madera. Iglesias y Sánchez me han defraudado pero no van a conseguir que toalla arrojada me quede en el sofá viendo cómo otros votan ultraliberalismo económico con sus dedos de frente de currito de clase baja en empresas que facturan por su esclavitud. Al fin y al cabo, a mí que Vox tenga dos ministros en el Gobierno me iba a hacer mucha menos pupa que al votante de Vox que se pasa seis días a la semana laborando por mil netos al mes sin extras. Allá con ese votante de Vox. Cada cual tiene la frente que tiene y gasta los dedos que gasta.

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