miércoles, 15 de enero de 2020

MINISTERIO DE TRABAJO

I

Doña Yolanda Díaz, militante comunista de Izquierda Unida, tiene en Trabajo un buen trabajo por delante: reducir una de las tasas de desempleo más altas de Europa y encima con contratos de calidad. Nos apuntamos a que, sin que el desempleo se dispare, prospere razonablemente la vida del obrero. Reducción y prosperidad son el sueño húmedo de una noche de verano. Pero ella sabrá: es gallega y Galicia limita con Portugal.

II

Como todo el mundo sabe, para que el PIB y la Prima de Riesgo duerman tranquilos es necesaria una cierta bolsa de paro con la que el Capital extorsione al asalariado toda su vida laboral: menos parados, más derechos para el trabajador; más parados, peligra el consumo. PSOE y PP han venido hasta ahora bailándole el agua a este “sistema inmoral. Espera, que me descojono, me susurra al oído doña Ley de la Oferta y la Demanda”. Tenemos al fin ministra afín al comunismo, bien es cierto que gobernada por un Sánchez de Estado y buena percha de corbata impecable. Nos conformamos con que, de cuando en cuando, al cerdo y al perro les coloque usted al cuello, señora ministra de Trabajo, torga que les impida seguir avanzando en sus abusos. Hágales ver, Señora, a los trabajadores de buena voluntad que han votado a Vox, la luz, porque de lo contrario caeremos todos en las tinieblas de una España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía que, por edad, no conocieron. 

III

La derecha, de siempre, ha obtenido el voto rústico de Sancho Panza, que temo que hoy habría votado a Vox. En don Quijote confío.

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